proof
Trabajaba con Piet cuando volteó para verla y la descubrió jugando con una simplicidad que le desconocía, con la infancia entre las manos. Calculó sus edades: 32 él y 25 ella, pensó y sonrió. Advirtió que mientras le hablaba de ceros y unos, invitaba a su niño interior con esas palabras que no se pronuncian, que nacen y mueren tácitas.
Calculó el tiempo que hacía que la conocía y volvió a sonreír.
Sentía la ansiedad de su niño por salir a jugar mientras los ceros y unos se impregnaban con el aroma a limón, mientras Piet -con exquisita complicidad- distraía su cordura permitiendo que su alma se volviera aún más transparente, tan transparente como aquello que colmaba el espacio de ilusiones, recuerdos y secretos.
Pasaron unos minutos hasta que no pudo resistir más y el niño salió a jugar. Piet cumplió su misión de grabar “Proof” y ella (sin la menor intención) la de darle “la prueba” de que la complejidad en su mente se desvanece al jugar a hacer burbujas de jabón líquido capaces de colmar el espacio de recuerdos e ilusiones.
Nunca le preguntó por qué las hacía y ella nunca le contó para quién.
- Glühwürmchen, ¿crees que me permita enseñarle a hacer burbujas que acaricien su alma?
- ...
- Sí, ya sé que tiene 39...
Trabajaba con Piet cuando volteó para verla y la descubrió jugando con una simplicidad que le desconocía, con la infancia entre las manos. Calculó sus edades: 32 él y 25 ella, pensó y sonrió. Advirtió que mientras le hablaba de ceros y unos, invitaba a su niño interior con esas palabras que no se pronuncian, que nacen y mueren tácitas.
Calculó el tiempo que hacía que la conocía y volvió a sonreír.
Sentía la ansiedad de su niño por salir a jugar mientras los ceros y unos se impregnaban con el aroma a limón, mientras Piet -con exquisita complicidad- distraía su cordura permitiendo que su alma se volviera aún más transparente, tan transparente como aquello que colmaba el espacio de ilusiones, recuerdos y secretos.
Pasaron unos minutos hasta que no pudo resistir más y el niño salió a jugar. Piet cumplió su misión de grabar “Proof” y ella (sin la menor intención) la de darle “la prueba” de que la complejidad en su mente se desvanece al jugar a hacer burbujas de jabón líquido capaces de colmar el espacio de recuerdos e ilusiones.
Nunca le preguntó por qué las hacía y ella nunca le contó para quién.
- Glühwürmchen, ¿crees que me permita enseñarle a hacer burbujas que acaricien su alma?
- ...
- Sí, ya sé que tiene 39...
9 dibujos:
Veamos...39 equivale a 12 si sumamos ambos números o bien a 3, si seguimos sumando el producto de la primer suma.
Si queremos verlo desde otro punto de vista, podríamos hablar de 3 personas de 13 años, aunque allí alguien podría objetar que se trata nada más ni nada menos que de una sola, pero de cuatro.
En definitiva, los números no nos dicen nada sobre las edades pero los sueños si.
Unos y ceros forman 10.
cada uno tiene a su nene de 10, con las rodillas sucias, guardado en su bolsillo.
Los cálculos y las burbujas no se llevan. Las edades y los sentimientos tampoco. La niñez no es una etapa, es una virtud con la que nacemos y perdemos en el camino si no la cuidamos. Esa virtud a veces revolotea en el espacio de nuestro mundo calculado como burbujas que solo si nos fijamos bien podemos ver, pero si no, andamos reventándolas sin darnos cuenta.
No sé cuántos años tenía!
Maga: te salió como un cuatrinomio cubo perfecto... ¿qué dices? :)
Ramiro: si me permites, ¿cuánto hace que no lo sacas del bolsillo?
Celeste: no puedo evitar invitarte, es tan sencillo y mágico que... ¿juegas?!!!
je... el mío todavía anda por ahí potreando...
yo también quiero jugar... je,je ¿PUEDO?
Digo que me costó una fortuna lograr ese pensamiento (semi) racional y lo que menos sé es de qué se trata un... como era? cuatrinomio perfecto? bueno, no importa, quedará para otro siglo.
Por el momento dejame con las letras que cuadran perfectamente con mi espíritu :)
Sago: claro, total el disparate ya fue lanzado.
Maga: "cuatrinomio cubo perfecto", así de bonito y lleno de letras y acertijos. Ellas son todas tuyas, por eso sos Maga.
Podré ser Maga pero no siempre ejerzo, no lo olvides nunca.
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